miércoles, 8 de abril de 2009

Caminos diferenciadores


Los relojes Swatch incorporaron elementos diferenciadores hacia el producto (producción masiva, excelente estrategia de ventas y distribución) y otros diferenciadores orientados a las personas: bajo costo, atractivos diseños y colores, en fin, el beneficio de lo fashion. Respecto del precio, Hayek pensaba que los relojes Swatch debían costar menos de US$ 60, pero debían dar la hora con la misma exactitud de uno de US$ 30 mil. Imaginó también que el concepto de joya debía dejar paso al de accesorio, fuertemente vinculado a la moda. Él tenía muy claro que a pesar de su bajo precio, los relojes debían ser de calidad y de una precisión indiscutible para dar la hora (factores críticos de éxito). Cubierta la promesa básica que se les hacía a los clientes, la marca ahora debía ser capaz de convertirse en sinónimo de nueva tecnología, espíritu de juventud e innovación (factores claves de éxito). Swatch creaba una nueva categoría, la del reloj de plástico, que fue la forma elegida para diferenciarse de las marcas tradicionales, las que pertenecían a la categoría del lujo y precios elevados, como Piaget o Rolex, y de las marcas reconocidas por sus avances en materia tecnológica, como lo eran Tag Heuer, Seiko o Casio.
Swatch logró un fuerte impacto al obtener un reconocimiento de marca inmediato.


¿Qué llevó al éxito de la empresa?

Sin duda, el haber sacado al mercado un producto innovador, revolucionario, que claramente se diferenciaba de la competencia japonesa en varios ámbitos del negocio. Hayek supo sacar un producto único y de colección, a un precio razonable.

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